Por qué Zapatero quiere estar en la cumbre de Washington

El presidente del Gobierno ha hecho una fortísima apuesta pública para hacerse un hueco en la cumbre internacional que se ha de celebrar en Washington el 15 de noviembre para tratar sobre la crisis económica.

-           La cita en la capital norteamericana reunirá al recién creado G-20, grupo que engloba al G-5, al G-8 y a un conjunto de economías representativas de los países emergentes, a fin de lograr una mayor pluralidad. La inclusión de las economías emergentes fue propuesta del presidente Bush, quien durante la reunión ejercerá su cargo de presidente de EEUU en funciones.

-           La cumbre surgió a propuesta inicial de Gordon Brown, líder laborista en horas bajas, y rápidamente fue asumida por Sarkozy, en su calidad de presidente de turno de la UE, y por Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea.

-           Uno de los motivos por los que España no acepta el no estar presente en la reunión es por considerar que la cumbre no es asunto propio de Bush por no haber sido idea suya, siendo sólo el organizador a efectos prácticos.

-           La inicial negativa de la Casa Blanca al acceso de España se mantiene, y se mantiene así a su vez el soterrado enfrentamiento entre el gobierno Zapatero y lo que queda de administración Bush.

-           Tras el abandono del propósito de ingresar en el G-8, el gobierno Zapatero ha tenido como intención ingresar en este grupo una vez fuera ampliado. La intención es pública y manifiesta y el gobierno ha interpretado que esta es la oportunidad. Se trata, por tanto, de una cuestión de prestigio, pues no se sabe exactamente cuáles son los planes de Zapatero para ‘refundar’ el capitalismo.

-           Con todo, las críticas contra las pretensiones de España radican en que de lo que se trata es de que tengan voz los países emergentes. El Gobierno interpretaría como agravio el ingreso de Turquía o de Argentina y no el de España.

-           Zapatero ha movilizado todos los recursos diplomáticos de España, tanto entre ministerios como a través de la embajada en Washington y con el recurso a la mediación de la Corona, habida cuenta de las buenas relaciones personales entre Juan Carlos I y George Bush.

-           Los aliados con los que cuenta Zapatero han sido reclutados en los últimos días. Los principales, los aliados con los que quiere estar presente y alinearse ideológicamente, son con el Brasil de Lula y el Reino Unido de Gordon Brown. Otros apoyos están en la presidencia de Argentina y en el mexicano Felipe Calderón; con él y con Lula se reunirá Zapatero en la Cumbre Iberoamericana de este fin de semana, previa a la cumbre de Washington.

-           Tras los titubeos iniciales de Sarkozy, quien por otra parte es uno de los postulantes de la cumbre, Le Figaro ha arriesgado al afirmar que el presidente francés, presente en la cita americana por el doble motivo de la presidencia francesa y la presidencia de turno de la UE, puede ceder a Zapatero el asiento de Francia para que el español esté presente.

-           A todo esto, el PP ha mostrado su apoyo a la presencia española en la reunión, si bien de modo algo tardío, y con no pocas instancias intelectuales, más en FAES que en Génova, que piden en secreto que Zapatero no vaya.

-           La negociación por la presencia en la cumbre será el momento de medir la efectividad real de la teórica buena acogida que ha merecido el embajador español en Washington, Jorge Dezcallar, a quien el Gobierno rescató con súplicas de su trabajo en Repsol Ypf, cuando el embajador pasaba por un arduo momento personal.