Los problemas que creará Rajoy si decide no vivir en La Moncloa
Unos días antes de ganar las elecciones y convertirse en presidente ‘in pectore’, Mariano Rajoy dejó caer su intención de continuar viviendo en su actual vivienda, descartando trasladarse a La Moncloa: "Yo estoy muy a gusto en mi casa, en mi programa no digo nada sobre irme a la residencia del Gobierno”. Las palabras del líder ‘popular’ han recibido alabanzas y críticas a partes iguales pero, ¿qué opinan los que más saben de la seguridad de una autoridad sobre esta decisión?
El Confidencial Digital ha contactado con escoltas, policías y guardias civiles expertos en la salvaguarda de políticos y sus familiares, incluyendo también la vigilancia de sus residencias privadas.
Todos ellos coinciden en su conclusión: La decisión de Rajoy no es acertada, porque habrá que duplicar efectivos y patrullas para que permanezcan las 24 horas en su vivienda, y ni así, se podrá garantizar el mismo nivel de seguridad que en La Moncloa.
Estas son las principales razones aportadas por los agentes consultados para explicar por qué el nuevo presidente del Gobierno no debería permanecer en su vivienda privada durante la próxima legislatura:
Los escoltas estarán ‘descolocados’
La eficacia de los agentes en la vigilancia y seguridad de Mariano Rajoy podría ser menor: “Ellos conocen palmo a palmo las instalaciones de La Moncloa, ya tienen su propio sistema de seguridad. Ahora, tendrán que adaptarse al nuevo terreno que tienen que controlar”. Además, “en plena calle, o urbanización, puede suceder cualquier cosa imprevista, y su respuesta será diferente a la que pudieran tener en la residencia presidencial”.
Se pierden las tres entradas y salidas de emergencia
La Moncloa cuenta con tres puertas de entrada y salida al complejo, de tal forma que sólo los escoltas puedan saber por dónde va a pasar el coche oficial del presidente del Gobierno. Si Rajoy decide vivir en su residencia privada, “todo el mundo va a conocer por dónde entra y sale, lo que puede ser peligroso ante posibles ataques”.
Los coches oficiales están más expuestos
La idea de Mariano Rajoy es trabajar desde su despacho de La Moncloa, pero dormir todos los días en su vivienda. Por tanto, “siempre deberá haber uno o dos coches aparcados en su vivienda disponibles para el presidente”. Eso supondrá una “vigilancia continua de los coches que, pese a poder estar en garajes durante la mayor parte del día, “están más expuestos a posibles ataques, y a que posibles agresores conozcan la matrícula y las características del mismo, pudiendo determinar la mejor forma de causar daño”.
Déficit de seguridad en situaciones de crisis
La Moncloa está dotada de centro de operaciones, sala de comunicaciones, inhibidores de frecuencia para evitar detonaciones a distancia, líneas ‘PAP’ –punto a punto- para llamadas ‘blindadas’ (imposibles de intervenir) para garantizar la protección del presidente y su poder de respuesta ante una situación de crisis, y de extrema alarma, como el 11-M.
Si Rajoy decide continuar en su vivienda, “será muy difícil poder organizar allí un centro de operaciones, y tampoco se puede instalar un inhibidor que deje a toda la urbanización sin teléfonos fijos, móviles, mandos a distancia e Internet”.
No se puede prohibir el paso de ciudadanos
El control de personas y accesos es imposible en una urbanización pública. En este sentido, un escolta de Miguel Sanz en Navarra, que residió en su vivienda durante su etapa en la presidencia del Gobierno Foral, explica que la decisión del ex dirigente autonómico causó más de un trastorno a los agentes: “Hubo que crear un dispositivo completo en su portal. Teníamos gente metida en las escaleras del inmueble y ‘fichados’ a todos los vecinos, pero era imposible controlar las visitas del resto de inquilinos”.
Imposibilidad de sellar todas las alcantarillas
En los aledaños de la vivienda privada de Mariano Rajoy, existe un buen número de alcantarillas que también tendrán que ser vigiladas por la Policía Nacional y la Guardia Civil para evitar que se instalen allí explosivos. Ese problema no existe en la actualidad, ya que “ahora sólo se controlan las que están fuera del complejo, y ante las salidas en coche del presidente, sin necesitar una vigilancia las 24 horas del día”.