Diez puntos para ganar el debate Rubalcaba-Rajoy

Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy se verán las caras el próximo 7 de noviembre en el único debate entre los dos máximos aspirantes al Gobierno en las generales del 20-N. Para salir victoriosos de este ‘duelo’, ambos tendrán que cuidar hasta el mínimo detalle.

Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy se verán las caras el próximo 7 de noviembre en el único debate entre los dos máximos aspirantes al Gobierno en las generales del 20-N. El líder del PP cuenta con todas las encuestas a favor de cara a los comicios, mientras que desde el PSOE esperan que el ex vicepresidente pueda recortar distancias después de la confrontación directa con su rival. Para salir victoriosos de este ‘duelo’, ambos tendrán que cuidar hasta el mínimo detalle.

La experiencia pasada apunta a que en estos debates los candidatos han dejado escapar la oportunidad de imponerse al oponente y ganar más votos con sus discursos televisados. La excesiva ‘guionización’ del contenido, y las discusiones sobre gestiones pasadas con un lenguaje muy técnico provocan que el espectador pierda interés.

Para evitar que el duelo Rajoy-Rubalcaba sea uno más, el analista de la consultora de comunicación e imagen pública Redondo y Asociados propone a los candidatos el siguiente decálogo de consejos:

1. El lenguaje oral y gestual

No olvidar nunca que el candidato habla para el conjunto de la sociedad, no para el contrincante ni para expertos en economía, banqueros o empresarios. Hay que emplear un lenguaje claro y sencillo para lograr conectar con el público en cada intervención. Comunicar con el cuerpo sin exagerar, evitando así rigidez, sobre todo en debates de pie con atril. Aprovechar las pausas y los gestos para respirar de manera natural.

2. Frases cortas y directas

El mensaje principal ha de abordarse de inmediato, exponiéndolo en detalle y cerrando nuevamente con el mensaje principal. En resumen: Decir lo que se va a decir, decirlo y decir lo que se ha dicho. Esto ayuda a ser entendido y a repetir la idea para que cale en la mente de los espectadores, y que estos ‘no desconecten’.

En esa misma línea, utilizar un mensaje en cada intervención. Demasiados mensajes evitan que se centre la atención del espectador, que se dispersa y tiene la sensación de que no se está hablando de nada.

3. Gráficos legibles y claros

 

En este tipo de debates, se ha puesto de moda el uso de gráficos y tablas estadísticas para ilustrar lo que se está contando. Sin embargo, una de las críticas a Zapatero y a Rajoy en 2008 es que ninguno de los candidatos supo ‘mostrar a cámara’ esos datos: se doblaban, la luz del estudio se reflejaba en ellos…

Para evitar ese problema, los gráficos deberán ser legibles por la cámara, siempre mejor con poca información y muy clara que con un papel cubierto de texto. Es importante que el papel esté asentado sobre una base rígida para que no se mueva. Un papel que no está quieto da signos de nerviosismo.

4.‘Storytelling’

Contar historias creíbles y los nuestros argumentos en casos reales. No cometer el fallo de "la niña de Rajoy". Convertir cada turno de palabra, cada exposición en una narración para facilitar el seguimiento, el interés y la comprensión.

5. Preparar bien los temas

Saberlos de memoria, y exponerlos con naturalidad, incluyendo incluso consultas naturales de cifras o datos, que no es creíble que se conozcan de memoria, o usando expresiones del tipo "si no me equivoco", "si no recuerdo mal", "usted me corregirá si no es correcto". Asegurarse de incluir determinadas palabras clave en las intervenciones.

6. Ropa

No se debe cambiar radicalmente de estilo, sino mantener el que se lleva habitualmente en actos protocolarios de campaña. Si se elige un traje, hay que mantenerlo abrochado si se está de pie.

Es recomendable evitar camisas de rayas finas y corbatas de microrayas, que pueden distorsionar la imagen en cámara y distraer la atención. Siempre es mejor elegir corbatas de colores lisos, y no se debe olvidar conocer el color del fondo del decorado para no coincidir en el traje. En caso de debates sentado, los calcetines han de ser largos y del color de traje y zapatos.

7. Ser fiel al mensaje

En ocasiones, el fragor del debate y un contrincante habilidoso pueden llevar al rival a cometer una contradicción. Matizar siempre las declaraciones que pone el rival en nuestra boca es una técnica para redirigir la conversación a nuestro mensaje.

8. Cara de poker

Mantener la calma ante ataques personales. Si no entramos en el juego personal existen posibilidades de generar un efecto de complicidad con el telespectador y conseguir que nos apoye, exactamente el efecto contrario que pretende el rival.

9. Cuidado con los micros abiertos

Antes, después del debate y en los descansos, hay que mantenerse siempre alerta mientras se tenga un micrófono puesto: nunca se sabe cuándo está encendido o apagado. Usar los descansos para estirar las piernas y relajarse, y hablar con el asesor fuera del set si es posible.

10. La última intervención

Hay que prepararla para que contenga el mensaje principal de la campaña, con verbos y adjetivos acordes con ella, pero sin que esté tan preparada que no tenga que ver con el resto ni con la estrategia general. Y sobre todo, eludir sensiblerías y los intentos de originalidad –tipo el “buenas noches y buena suerte de Zapatero en 2008”-. Lo mejor es ser natural siempre.

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