Quién es Iván Redondo, el consejero de cabecera de Pedro Sánchez

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Iván Redondo y Pedro Sánchez.

Fue una imagen, la de Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal juntos en Colón, el pasado 10 de febrero, la que convenció definitivamente a Iván Redondo, jefe de gabinete de Pedro Sánchez, de la necesidad de convocar elecciones de forma inmediata, si PDeCAT y ERC, como finalmente pasó, no aprobaban los Presupuestos cuatro días después.

Iván Redondo llevaba semanas planteando la posibilidad de un adelanto electoral que supusiera un golpe de efecto que nadie en la oposición esperaba. Y vio, en aquella manifestación en Colón, el argumento definitivo para convencer a Pedro Sánchez de la necesidad de disolver las Cortes y prepararse para una nueva cita con las urnas.

Como no podía ser de otra forma, el presidente tuvo la última palabra, pero escuchó, de su consejero de confianza, una amplia lista de las ventajas competitivas que implicaba celebrar generales el 28 de abril. Entre ellas, el espacio de centro que recogía el PSOE de la derechización de C´s y la ruptura con los independentistas; y el hecho de coger a PP y Podemos a contrapié y con las encuestas totalmente en contra.

Hubo, como ha pasado siempre que un presidente del Gobierno disuelve anticipadamente las Cortes, opiniones en contra de celebrar elecciones generales el 28 de abril. No obstante, los consejos de Iván Redondo fueron los que más en cuenta tuvo Pedro Sánchez.

El inicio del tícket Sánchez-Redondo

Así lleva pasando, de hecho, desde que Pedro Sánchez contactó con su hoy jefe de gabinete para que trabajara para él en la preparación de las primarias a la secretaría general del PSOE, hace ya más de dos años. Desde entonces, ambos han constituido una sociedad que ha logrado lo que muchos, a principios de 2017, veían imposible.

Más allá de la victoria de Sánchez en las primarias, Iván Redondo también fue decisivo en el triunfo de la moción de censura contra Rajoy. Como ahora con el adelanto electoral, vio en la condena de la Gürtel una oportunidad, que supo aprovechar el hoy presidente del Gobierno.

Estando ya en Moncloa, Sánchez ha protagonizado, asesorado por Redondo, una importantísima agenda internacional, que le ha granjeado importantes, y también inesperados, apoyos europeos. En el Gobierno, sin ir más lejos, se considera clave el veto de Macron a un pacto de Ciudadanos con Vox, que puede empujar a Rivera a pactar con el PSOE tras las generales.

Washington, Badalona y Extremadura

Iván Redondo, por tanto, ha tenido un papel fundamental en los éxitos de Pedro Sánchez en los dos últimos años. No obstante, también protagonizó grandes triunfos como asesor del PP, partido con el que contactó después de haberse especializado en campañas electorales en la George Washington University.

Viendo la situación actual del PP en Cataluña, resulta difícil imaginar que cualquier candidato popular a una alcaldía de la región lograse mayoría absoluta. No obstante, Xavier García-Albiol consiguió, asesorado por Redondo, ese hito en Badalona en 2011, gracias a una estrategia de campaña, muy dura contra la inmigración ilegal, que no dejó indiferente a nadie.

 

Albiol, sin embargo, no fue el único candidato del PP que dio la sorpresa en esas municipales y autonómicas. El extremeño José Antonio Monago, al que muchos en Génova 13 apenas conocían, alcanzó el gobierno regional de la mano de Iván Redondo, que introdujo técnicas de campaña jamás vistas en Extremadura, con un candidato sin atril, paseándose por los escenarios y hablando “extremeño para los extremeños”.

Nombrado un año después de esos comicios director de gabinete de Presidencia de la Junta, con rango de consejero, Redondo entró por primera vez en un gobierno, experiencia que ha vuelto a repetir con la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa en junio de 2018.

Un enamorado de la política

Hasta las elecciones autonómicas de mayo de 2015, Redondo guio a Monago al frente del primer –y de momento único- gobierno del PP en Extremadura. Tras esos comicios y el regreso a la Junta del socialista Guillermo Fernández Vara, se estableció de forma permanente en Madrid.

A partir de ese momento, el asesor político que había logrado hacer alcalde a Albiol en Badalona y presidente de Extremadura a Monago empezó a llamar la atención de diversos medios de comunicación, que contactaron con él y con su consultoría, Redondo y Asociados, para ofrecerle su propio espacio tanto en televisión como en prensa escrita.

Zapeando por los diferentes programas de análisis político en televisión, se pudo ver a Redondo, durante esos años, en Cuatro, Telecinco y Antena 3. No obstante, fue en Espejo Público, con Susanna Griso, donde encontró su espacio definitivo. El matinal de Atresmedia le proporcionó una sección propia, “The war room”, donde poder compartir con los espectadores sus conocimientos sobre estrategia política.

Quien conoce de cerca a Iván Redondo dice de él que es un “enamorado de la política”, y eso mismo ha podido comprobar cualquier español que le haya escuchado en televisión o leído en El Mundo, que también le abrió las puertas para que analizara, en sus páginas, la deriva de la política española.

Unos análisis que, lejos de ser un compendio de expresiones difíciles de entender para el gran público, acercaban al lector a la realidad, con un lenguaje cuidado pero cercano y con constantes referencias a novelas, series de televisión ('House of Cards' es su favorita), y hasta a grandes deportistas.

Una nueva forma de llevar Moncloa

Esa forma de ver y de entender la política la ha exportado Iván Redondo a La Moncloa. La necesidad de acercar al ciudadano al día a día del presidente le ha llevado a tomar decisiones totalmente novedosas, como abrir las puertas de la sede presidencial a todo aquel que quiera visitarla.

Pero no solo de golpes de efecto vive el presidente del Gobierno y su jefe de Gabinete lo sabe. Por eso, una de las prioridades de Redondo fue rebajar, desde el minuto uno, la tensión con Cataluña, aunque siempre dentro de la Constitución. La recuperación del “no es no” de Sánchez a los independentistas, de hecho, lleva meses cocinándose desde Moncloa para recuperarlo, justamente, en periodo electoral.

Apostó por la estrategia del diálogo con el Govern de Quim Torra, llevando incluso el Consejo de Ministros a Cataluña. No obstante, ahora que los independentistas han vuelto a poner sobre la mesa el proceso de ruptura con España, el argumento es claro: “Sánchez ha preferido sacrificar su gobierno antes que sentarse a hablar de referéndum para aprobar los Presupuestos”.

Si Cataluña y la agenda internacional del presidente han sido prioritarios durante estos nueve meses, también lo ha sido fortalecer las relaciones institucionales con la Casa del Rey. La interlocución de Moncloa con Zarzuela es casi diaria, con conversaciones constantes de Iván Redondo con Jaime Alfonsín y Domingo Martínez Palomo, jefe y secretario de la Casa, respectivamente.

El jefe de Gabinete de Sánchez, por tanto, ha sido y sigue siendo fundamental para el presidente del Gobierno, que ha querido protagonizar una nueva forma de hacer política sin poner al frente de su gabinete a un político, como hicieron sus antecesores (Rajoy con José Luis Ayllón y Jorge Moragas y Zapatero con José Enrique Serrano). Su trabajo en Moncloa ha sorprendido, para bien, a propios y extraños. Tal y como afirmó uno de los periodistas más reconocidos del país después de entrevistarle, “Redondo es un tipo brillante, el mejor fichaje que ha podido hacer Sánchez”.

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