¿Es buena idea que los suspensos no impidan pasar de curso?

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Los cambios en el equipo de ministros de Pedro Sánchez nos han dejado una situación interesante. La ahora Ministra de Educación, Pilar Alegría, tendrá que dar continuidad a la LOMLOE, la ley de educación que propuso su predecesora, Isabel Celáa. Esta ley fue aprobada el jueves 20 de noviembre de 2020 en el Congreso, con 177 votos a favor, y publicada en el BOE el 30 de diciembre del mismo año. 

Ahora bien, la ley ha tenido muchos detractores por varias de sus ideas a llevar a cabo: la eliminación del castellano como lengua vehicular, la prohibición de percibir dinero de las familias por enseñanzas de carácter gratuito para los centros concertados y privados, y la que más revuelo ha producido, la posibilidad de que los alumnos pasen de curso con asignaturas suspensas.

Es por esto que Confidencial Digital se ha reunido con docentes especialistas en la educación secundaria para tratar de ilustrar la respuesta a la pregunta: ¿Es buena idea que los suspensos no impidan pasar de curso?

Los docentes decidirán quién pasa

La ley, siguiendo lo indicado en el BOE señala sobre esto que: "Los alumnos y alumnas promocionarán de curso cuando el equipo docente considere que la naturaleza de las materias no superadas le permita seguir con éxito el curso siguiente y se estime que tiene expectativas favorables de recuperación y que dicha promoción beneficiará su evolución académica".  Y más concretamente estipula que "En todo caso promocionarán quienes hayan alcanzado los objetivos de las materias y ámbitos cursados o tengan evolución negativa en una o dos materias".

Con esto, la decisión de si un alumno pasa o no de curso queda en manos, más que de las calificaciones obtenidas por este, del equipo docente. Aun así, no en todas las comunidades autónomas el número de suspensos con el que todavía se puede pasar de curso será igual. 

Esto es, según ha comentado Cristina Fernández Sayalero, presidenta de la Asociación de Profesores de Enseñanza Secundaria de Castilla y León (ASPES), un problema de igualdad de oportunidades: "Como luego esta ley la tiene que especificar cada Comunidad Autónoma se puede dar la circunstancia de tener 17 leyes educativas, una para cada Comunidad, y que en unas sea más fácil que en otras obtener un título de secundaria o la EVAU". 

El esfuerzo de los alumnos no se debe negociar en la enseñanza

En cuanto a la pregunta central del artículo, Fernández Sayalero lo tiene claro: "El tema de pasar con alguna materia suspensa es un engaño tanto para el propio alumno como para la sociedad en general, porque parece que lo que se quiere es que los alumnos obtengan cosas sin esfuerzo". Y esta etapa secundaria es precisamente cuando los alumnos han de aprender a esforzarse: "Se les ha de enseñar ahora a sacarse las castañas del fuego o si no no lo van a saber hacer". 

Tampoco entiende que se pueda justificar esta normativa mediante la idea de hacer que los estudiantes "no sufrieran por tener unas calificaciones bajas" a pesar de esforzarse: "Te puedo asegurar que actualmente los chavales que quieren aprobar y se esfuerzan por aprobar pero por determinadas circunstancias no pueden, esos chavales se hace todo lo que se puede por ellos, hay programas alternativos de lo que antes se llamaba diversificación curricular que toman las medidas y esos chavales terminan por promocionar con ayuda de los institutos":

Lo que no se debe es dar vía libre a aquellos que no quieren estudiar para seguir adelante y frenar el ritmo de los demás, y así lo señalaban: "Lo que es sangrante es que a chicos que no hacen nada y perjudican al resto de la clase se les pueda beneficiar con pasar de curso, porque son alumnos que no se suelen integrar y que no son capaces de seguir día a día asignaturas que requieren conocimientos previos". 

 

La solución es que haya menos alumnos por aula

Es por esto que la forma de paliar el fracaso escolar y ayudar a los alumnos no debe dirigirse hacia hacer más sencillo el paso de curso, sino hacia una enseñanza más especializada con menor número de alumnos por aula: "Este año se ha visto que cuantos menos alumnos por clase, mejores calificaciones. En Castilla y León se ha reducido el ratio en las aulas, que en Bachillerato y la ESO era de 35 alumnos por aula, este año se ha reducido a 25. Este año ha sido uno de los mejores a nivel académico por la ratio, porque bajándola un poquito se consiguen resultados mucho mejores". 

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