Fin de curso político: Zapatero sufre pero resiste, Rajoy mejora pero no convence

Marcado por la crisis económica, el curso político ha estado definido por una recuperación de terreno por parte del PP y los esfuerzos de Zapatero por surfear la marejada.

-         El verano de 2009 marca, en un sentido lato, el ecuador de la segunda legislatura de Zapatero. El desgaste puede acentuarse ante los escollos que el Gobierno todavía debe afrontar antes de agosto: culminar a contrarreloj la negociación de la financiación autonómica, y llegar a un acuerdo con los agentes sociales –sindicatos y empresarios- para poder vender sus iniciativas en materia económica en un Pleno monográfico que ha de tener lugar en julio.

-         Zapatero ha sabido recuperar cierta iniciativa política en los últimos tiempos: ha cambiado la cúpula del CNI, con el PP ha aprobado la ley de financiación de RTVE y el FROB que reestructura la situación de las cajas, y con diversos grupos nacionalistas ha aprobado aumentar el techo de gasto para el próximo ejercicio. Zapatero quiere vender que el Ejecutivo “trabaja” y tendrá más Consejos de Ministros que en un verano normal. La “geometría variable” y la aludida debilidad parlamentaria del partido del Gobierno no deben ser exageradas.

-         El Gobierno busca, por una parte, que la sensación de actividad tenga un influjo inmediato en la percepción pública (Plan E y bajada del paro), y por otro espera que algunos temas polémicos queden disueltos en un mes tan desarticulado políticamente como agosto: para esas fechas se espera la sentencia del Tribunal Constitucional en torno al Estatuto de Cataluña.

-         El Ejecutivo necesita una tregua para afrontar un otoño que agotará toda su energía política en la Ley de Financiación y la de Presupuestos, además de en los últimos retoques de una presidencia europea para la que se vuelca toda la Administración y de la que, además, se supone esté entre las más importantes por iniciarse la aplicación del Tratado de Lisboa. También se ha de empezar a despejar la incógnita legislativa de la “economía sostenible” anunciada por Zapatero. El Gobierno también conocerá conflictividad social si se aprueba la nueva Ley del Aborto. En cambio, el ministro de trabajo, Celestino Corbacho, tiene muy amansados a los sindicatos.

-         Tal y como ambos buscaban, el pacto PSOE-PP en el País Vasco ha sido muy beneficioso en términos de imagen para los dos partidos, más aún para el PP, a la hora de vender su imagen en toda España. Tanto las primeras decisiones del Ejecutivo vasco como la respuesta coordinada frente al último atentado terrorista han sido de las noticias más celebradas en los últimos tiempos. En buena parte, se acabó la época de la “crispación”. Y, además, Estrasburgo ha avalado con toda contundencia la Ley de Partidos que ha permitido ilegalizar las sucesivas reencarnaciones de Batasuna.

-         De puertas adentro en el PSOE, y al margen de las penurias del grupo parlamentario, está por ver que Leire Pajín alcance la capacidad de maniobra que ha tenido José Blanco. Y hay dos regiones –Madrid y Valencia- que están poniendo a prueba dicha capacidad.

-         En el PP, los objetivos políticos a medio y largo plazo son la Ley de Presupuestos y las autonómicas catalanas, donde los ‘populares’ buscan ser decisivos para cambiar el reparto de poder. Con los Presupuestos se trata de poner en dificultades al Gobierno, para lo que también han de utilizar los Plenos trimestrales monográficos sobre economía. También se trabaja con fuerza en Andalucía.

-         Tras la euforia desatada por los resultados en las últimas autonómicas y en las elecciones europeas, Rajoy ha consolidado su liderazgo interno pero hay dudas en torno a la capacidad ejecutiva de Cospedal, con frentes abiertos como el del PP balear.

-         Con todo, la inestabilidad del PP viene por el arrastre penoso que está conociendo con las ramificaciones del caso Gürtel: no se espera que haya pérdida de apoyos en Valencia pase lo que pase con Francisco Camps pero la situación del tesorero del partido, Luis Bárcenas, quien últimamente está haciendo filtraciones y llevando su propia campaña de comunicación, está poniendo a prueba la consistencia interna del partido. En todo caso, el PP está recibiendo menos daño que el PSOE en asuntos como los aviones Falcon o las fotos de Bermejo cazando, cuestiones que el PP ha sabido emplear con acierto contra el Gobierno.

 

-         Por otra parte, Rajoy parece haber acertado al primar en importancia al grupo parlamentario en detrimento de Génova. Con el paso de Eduardo Zaplana a Soraya Sáenz de Santamaría, el ritmo de trabajo es más coordinado y eficaz.

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